| Madre ponme en la chaqueta las medallas
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| Los zapatos ya no me los puedo poner
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| Mis dos piernas se quedaron en malvinas
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| El mal vino no me deja reponer
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| De la nítida y oscura pesadilla
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| De valeria mazza besando al cordobés
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| Que murió estaqueado, solo, entre los cuervos desangrado
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| En resistencia, aquí en los dos de abriles brindamos por él
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| Argentinos, argentinos
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| Qué destino mi amigo, argentinos
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| Nadie sabe responder
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| Argentinos, argentinos
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| Caminando siempre al lado del camino
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| La ventaja de no pertenecer
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| Abrazada en la tribuna con cualquiera
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| Cuando boca está en mi boca, en mi boca de mujer
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| Entre el tetra hirviendo, el porro y las anfetas
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| Dale boca, dale boca, dale boca
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| Dale boca tenga fe
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| Que la guerra está perdida y de esto ya hace tiempo
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| Y esto todos lo sabemos, qué le vamos a hacer
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| Te regalo la bombacha transpirada
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| Si hoy ganamos la copa 4 a 3
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| Argentina, argentina
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| Qué pasó en la argentina
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| Es la casa desaparecida
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| Argentina, argentina
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| Bienvenidos a casa argentina,
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| A la desaparecida
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| Soy paragua de la villa 21
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| Yo te la mamo, yo te hago todo lo que vos querés
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| El sargento ibarra se me ha enamorado
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| Los domingos paga el whisky y el hotel
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| Y yo le robo la pistola cuando duerme
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| Y me voy a godoy cruz, a godoy cruz y santa fe
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| A cuidar de la ramona y de los pibes
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| Que te besan, te roban, te cuidan entre las vías del tren
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| Entre rosas y sarmiento, don segundo y martín fierro
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| La barbarie y los modales europeos
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| El país de los inventos, maradona,
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| Los misterios del lenguaje metafísico del gran resentimiento
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| Bienvenidos inmigrantes a este paraíso errante
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| Ya se sabe que el que no arriesga no gana
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| Y esa casa que dejaron escapando entre las balas
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| Era el caldo del cultivo a la nostalgia
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| En el reino del silencio cavernario de oropeles
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| Un concilio de miserias, de rodilla en los cuarteles
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| Y hubo una fiesta de todos, embriagada, delirante
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| No te metas, algo habrá hecho ese maleante
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| Yo volví con onganía y la cosa aún seguía
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| Aristócratas patricios y patricias de anchorena
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| Tan católicos mamones, protagonistas sin roles
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| Yento tras de un socialismo patriotero, indicalista
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| Preparados todos para aterrizar en pista
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| Ya vacíos los aviones
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| Transformados en camiones
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| De intereses, balas tristes
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| Y vecinas que no entienden
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| Qué ha pasado en este barrio
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| Tan tranquilo, tan callado
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| Y quien dió la orden de cambiar el mundo
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| De leer antena en la peluquería
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| A jamás volver a sentir alegría
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| Madres muy desesperadas cocinaban y planchaban
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| Hoy sus hijos son caníbales fantasmas
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| Los cadáveres se guardan o se esconden en el río
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| En palacios de memoria ensangrentada
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| Y tenemos pijas grandes, largas como mil facones
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| Y anacrónicas arengas, melancólicas uniones
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| La bandera enloquecida, maten a los maricones
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| Que los hombres van de putas para sentirse varones
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| Siempre el padre omnipresente de mirada contundente
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| Que escondía un seductor muy asexuado
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| Gracias papi por las flores, por las reivindicaciones
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| Vos sabés los hijos nunca te fallamos
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| Y si mami aún viviera, hoy sería jardinera
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| En el cementerio club de las pasiones
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| Yo que nunca anduve en nada, nunca me metí en política
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| Simplemente fuí un muchacho hedonista
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| Y chiquitos y chiquitas inocentes con un arma
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| Por el odio mas brutal descuartizados
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| El mas fuerte penaliza, pega duro, te hace trizas
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| Nada personal, naturaleza humana
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| Los poderes organizan cual será la repartija de los bienes de la época
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| Nadie se puede salvar, nadie se puede salvar
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| Sigo vivo, sigo atento, y observando con el tiempo
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| Esta extraña enfermedad inclasificada
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| Que te afecta muy deprisa, que te quita la sonrisa
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| Cuyo síntoma es que ya no importa nada
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| Argentino hasta la muerte,
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| La patilla de facundo
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| Recortada de la gente, de la caras
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| Y seguir comiendo mierda, cada día, cada noche
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| Y explicarle al mundo entero
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| Nuestra nada de la historia universal
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| De la argentina ensimismada
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| Que contiene enciclopedia de uno mismo
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| Y encender con la birome
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| Palabritas en el cielo,
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| En el campo las espinas
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| Y en el centro de mi pecho
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| Hay un bicho que camina
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| Hoy la casa de mi infancia ya no existe ni hace falta
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| Yo la llevo bien adentro en mis entrañas
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| Toda llena de colores y de desapariciones
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| Muy tempranas, muy profundas, muy amargas
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| Nada ha desaparecido
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| Ni la casa con 10 pinos
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| Ni mi amor, ni la zamba de mi esperanza
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| Es que el mundo es muy cretino
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| Pero puede ser divino, si yo quiero
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| Porque nada en este mundo me hace falta
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| Nada más que algunos trucos
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| Un conejo, una galera, un colchón, un tocadisco y una mesa
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| Y es posible que los hijos puedan cambiar lo que hicimos
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| Y la casa nunca más desaparezca
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| Argentinos, argentinos,
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| Qué destino mi amigo, argentinos
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| Nadie sabe responder
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| Argentinos, argentinos
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| Caminando siempre al lado del camino
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| La ventaja de no pertenecer
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| Argentina, argentina
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| Qué pasó en la argentina
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| Es la casa desaparecida
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| Argentina, argentina
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| Donde todo es mentira, argentina, la desaparecida
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| Bienvenidos a la casa de todos
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| A la casa desaparecida
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| Bienvendos a aparecer en este mundo
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| Argentina la desaparecida |