| Hablas como cuando se habla
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| De lo que nunca ha pasado
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| Casi duele el frío que reposa en tus labios
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| No entiendo la inercia de tus ojos a mi boca
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| Cuidas que de tu lenguaje
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| Nunca nada comprometa
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| Y yo que me muero por soltarme la coleta
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| Que sea tu cuerpo el que empiece a calentarme
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| Desde aquí, desde esta calma te puedo decir
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| Que hoy me rindo por última vez
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| No descarto volverte a besar
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| Pero el brillo caduca a las diez
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| No me tomes a mal, corazón
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| Si te abrazo, te beso y me voy
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| Ya este juego se ha acabado
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| Cada uno por su lado
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| Sí, ya sé que estuvo bien
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| Desarmarnos por los pies
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| No perdamos el sentido
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| No podemos consetirlo
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| Yo no sé de sombras, ni sabré
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| Cantas, de sobra sabes que tú eres la primera
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| Y yo que a Sabina le bailé más de una letra
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| Hoy me cuido el alma en los brazos de otro nombre
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| Desde aquí, desde esta calma te puedo decir
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| Que hoy me rindo por última vez
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| No descarto volverte a besar
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| Pero el brillo caduca a las diez
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| No me tomes a mal, corazón
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| Si te abrazo, te beso y me voy
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| Ya este juego se ha acabado
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| Cada uno por su lado
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| Sí, ya sé que estuvo bien
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| Desarmarnos por los pies
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| No perdamos el sentido
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| No podemos consetirlo
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| Yo no sé de sombras, ni sabré
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| Ya este juego se ha acabado
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| Cada uno por su lado
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| Sí, ya sé que estuvo bien
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| Desarmarnos por los pies
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| No perdamos el sentido
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| No podemos consetirlo
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| Yo no sé de sombras, ni sabré |